Vidas paralelas

Ibra y Kaka, vidas paralelas:

La primera rueda de prensa de Guardiola, en el inicio de la pretemporada del FC Barcelona se analizó con lupa. Que si Cesc, que si Chigrinskyi, que si su contrato, que si el Madrid de Mourinho. Pep supo manejarse con todos los temas ardientes de la actualidad azulgrana con su habitual maestría, pero el auténtico hecho diferencial de la comparecencia del de Santpedor fue el mensaje que le mandó a Zlatan Ibrahimovic. Él debe decidir si se queda o se marcha le espetó públicamente Guardiola al '9' azulgrana, en un órdago público a uno de sus jugadores nada habitual en el de Santpedor.

Pep, en un año y un verano de trato con Zlatan y con su representante, Mino Raiola, ha tenido tiempo suficiente para conocer el carácter inestable del sueco y la verborrea de su agente. Sin Touré en la plantilla, Guardiola no quiere dejar abierto en la plantilla ningún foco de incendio y ha decidido apostar fuerte con el sueco. Sabe que con Ibra no valen medias tintas y, o lo motiva con sus arengas a qué demuestre sobre el campo el porqué de sus reivindicaciones o lo arrincona en su divismo hasta que el inquieto representante del sueco le busque una salida viable del club.

Por su parte, José Mourinho, mucho más ducho en estos recaditos en rueda de prensa, todavía no ha expresado su opinión sobre Kakà, más allá de vacuas referencias al carácter ganador del brasileño. Sí que tiene claro 'Mou' que amoldará su estilo con intención de exprimir el máximo rendimiento a Cristiano Ronaldo, pero opte el portugués tanto por un 4-4-2 como por un 4-3-3, cuesta imaginarle la ubicación a Kakà, de un estilo demasiado anodino y trotón como para cumplir con las exigencias físicas de los equipos del portugués.

Si Mourinho opta por calcar el esquema desarrollado por el Inter del triplete, tan sólo la posición de extremo derecho se amolda al brasileño, pero ya sabemos las exigencias defensivas que ese puesto conllevó a alguien como Samuel Eto'o. Si construye un once más similar a lo que fue su Chelsea, con dos interiores en la medular y dos puntas, Kakà parece poco potente para jugar en el centro del campo y poco rematador para jugar de segunda punta. Sea como fuere, el reto de aprovechar las cualidades creativas del brasileño parece complicado, porque el rol del 'Sneijder' del Inter o del 'Lampard' del Chelsea en el Madrid está claro que le espera a Cristiano Ronaldo.

Así que, visto lo visto, Ibrahimovich y Kaka, que llegaron a la liga hace menos de doce meses, por precios que rondaron los 70 millones de euros cada uno, parecen ha día de hoy maquinaria obsoleta para Barcelona y Real Madrid. El problema es que ni azulgranas ni merengues se pueden permitir, ni deportiva ni económicamente, semejante fracaso. En el tejado de Guardiola y de Mourinho queda la pelota de revertir esta situación.